domingo, 7 de agosto de 2016

nº 203 Os galegos em Havaí.


A gente sabe do meu namoro pela Ilha da Madeira e os seus instrumentos mais representativos: o rajão e o braguinha ou machete. Pois bem, segundo a lenda foram madeirenses os que levaram estes cordofones a Havaí, cerca do 1880, recebendo na ilha Polinésia o nome de ukelele. Em cada concerto que dou, a gente diz que gosta muito do som do meu ukelele e eu tenho que aclarar cada vez que se trata dum instrumento lusófono chamado rajão. 
Estes dias encontrei uns artigos que me fez sentir um bocado triste e ao mesmo tempo, achei um bom argumento para um romance de aventuras.
Em 18 março do 1899 aparece este surpreendente anúncio no El Correo Gallego:

«Dícese que en breve plazo tocará en Vigo un vapor extranjero para conducir, gratuitamente labradores y agricultores menores de 45 años a las islas Hawai o Sandwich, en Oceanía.»

Depois de ler isto soube que nos primeiros anos do século XX houve um importante fluxo de emigrantes peninsulares, principalmente portugueses, galegos e andaluzes às ilhas polinésias, como recambio dos emigrantes japoneses e chineses. Os primeiros moços de nacionalidade espanhola em chegar a Havaí foram os galegos embarcados no vapor Victoria que saíram do peirao de Vigo em 1899. Chegaram arredor duns 300.

Pois o caso é que nesse verão do 1899, como indica o anúncio de El Correo Gallego, o vapor Victoria terá uma viagem verdadeiramente acidentada. Paga a pena ler os artigos publicados em El diario de Pontevedra dos dias 19 e 20 de setembro desse mesmo ano. O texto periodístico é um bocado desordenado e está algo censurado como o próprio autor reconhece, mas não tem desperdício.

I
Los escándalos de la emigración.

No hace mucho tiempo que, despues de aquella campaña que hemos sotenido contra la escandalosa trata de blancos que se hacía con los emigrantes gallegos, á quienes se llevaba embaucados á las islas Hawaii, hemos publicado una relación hecha en nuestra redacción por uno de aquellos infelices , narrando los vergonzosos acontecimientos que pasaron á bordo del vapor inglés Vitoria en su viaje desde Vigo y su estancia en la isla de la Madeira, desde la cual tuvieron que regresar a España muchos de aquellos desgraciados emigrantes, pidiendo limosna y pasando todo género de privaciones y amarguras.
Hoy tenemos á la vista una carta donde se dan algunos detalles de aquellos escadalosos hechos cometidos por la empresa de la emigración á Hawaii con nuestros pobres compatriotas.
El Vitoria, como ya saben nuestros lectores, había salido de Vigo en el mes de junio último, conduciendo muchos infelices emigrantes, engañados por las mentidas ofertas de esos enganchadores sin conciencia. Lo que pasó á pocos días de salir de aquel puerto, á causa de faltar los alimentos á bordo, lo saben también nuestros lectores, porque lo hemos expuesto en aquella narración de un testigo presencial.
He aquí ahora lo que dice la carta que tenemos á la vista escrita por dos de aquellos emigrantes á Hawaii, desde Lisboa.
“Queridos hermanos: mucho nos alegramos de vuestra salud. La nuestra buena gracias á Dios.
Os remito copia de la protesta que hemos presentado al Gobernador de la isla de Madeira, la cual dice así: al excelentísimo Sr. Cónsul de España y al excelentísimo Sr. Gobernador civil de la isla de la Madeira. En el mar, á bordo del vapor inglés Vitoria, á 29 de Junio de 1899.
=Los 440 emigrantes que con dirección Sandwich hemos partido el 26 del presente mes, invocando el derecho de gentes, los nobles sentimientos de un pueblo culto y hospitalario, y la recta justicia del excelentísimo Gobierno de esta isla, protestamos con toda la fuerza que la ley en este caso nos concede, contra la prosecución del viaje, por las siguientes razones: Por incapacidad del vapor para llevar 1408 emigrantes como pretende, no habiendo comodidad para los 448 que ya venimos; por la falta en absoluto de condiciones higiénicas, no tan solo para una travesía de 80 á 90 días, sino que ni para los cinco días que traemos desde vigo, en cuyo tiempo hubo cuatro casos de asfixia; por la ineptitud del médico por todos conceptos, pues sobre no tener diploma, ni habla ni entiende el idioma de los emigrantes, por ser inglés; por hambre, por sed y por el desorden que reina á bordo desde la salida de Vigo. Todas estas razones y otras muchas que con oportunidad expondremos, y que las autoridades de Coruña y Vigo no han sabido o no han querido prever, exponemos á la consideración del Excmo, Sr. Cónsul de España y del excelentísimo Gobierno de esta isla. Dios, etc. Por todos los emigrantes: Ramón Fernández Tuñón, Genaro Ortiz de Haro, José Moiños, José Quintela.!
Presentada á las autoridades de Madeira esta protesta, dio por resultado que para averiguar si eran ciertas las razones que en ella exponiamos, el Gobernador ordenó una inspección á bordo, comuesta de once individuos, entre Cónsul, Médicos, Alcalde, Capitán de Puerto, Gobernador, Secretario e Ingeniero Naval, los cuales  después de una inspección de tres días consecutivos, y con el Código en la mano, acabaron por aprobar la protesta con todas sus razones, y después de haber desembarcado 200 y tantos, como las autoridades tuvieron conocimiento de que entre nueve individuos pagados por el contratista inglés habían querido asesinarme, salvándome por milagro, fue cuando un piquete de 50 soldados y comandante y oficiales, fueron á bordo para desarmar a los que quedaban, recogiéndoles ciento diez cuchillos y diez revólvers.
En el momento de querer asesinarme, (como son dos los que firman la carta que copiamos suponemos que se refiere al primer firmante de la misma), mi situación fue muy crítica. Derribado en el suelo y á traición, ocho de los asesinos tenían las puntas de sus dagas prontas á sepultarlas en mi, y el otro me sujetó la cara y con una navaja barbera me iba á degollar. En este crítico momento fué cuanto entre unos compañeros me salvaron precipitándose sobre los asesinos y sacándome de entre sus arras en medio del tumulto me subieron por la escala de escotilla, pudiendo así llegar á la escalera de estribor hasta el peldaño que tocaba con el agua en demanda de un bote para salvarme de los que aún me perseguían.
Estuve próximo á tirarme al agua porque el bote de los carabineros no queían atracar hasta que el Inspector les ordenó que me recogieran.
Te remito algunos diarios de Madeira y en cambio quiero me facilites El Diario que relató ahí lo acontecido.”
Aquí suprimimos algunos párrafos de la carta, que atacan duramente al Gobierno y á las autoridades de Vigo y la Coruña, por permitir tan escandalosa emigración. Y como es tan extensa, dicha carta, mañana continuaremos, pues insinúa una grave sospecha, que debe ser conocida, aunque no sabemos todo lo que de cierto tenga.
Entre tanto, pueden hacer nuestros lectores los comentarios que gusten. Nosotros hemos dicho ya bastante contra tal infame trata de esa vergonzosa emigración.

II
Los escándalos de la emigración.

Prometíamos ayer continuar publicando otros párrafos de la carta que desde Lisboa dirigen á dicha  ciudad dos de los emigrantes que tomaron pasaje para Hawaii en el vapor Victoria el 26 de junio último.
No son menos interesantes los detalles que hoy daremos á conocer á nuestros lectores, si bien tenemos que suprimir algunos párrafos en que vierten conceptos que consideramos, aunque justos, un tanto duros para algunas personas más o menos interesadas en la escandalosa trata de blancos que se verifica á ciencia y paciencia de las autoridades, en algunos puertos de Galicia.
Sigamos la narración.
“No sé si tienes conocimiento –continúa uno de los firmantes de dicha carta– de que se champurrear algo el inglés. Pues bien: debido á esto, durante los cinco días de viaje á Madeira serví de intérprete al médico y por él supe muchas cosas que me indujeron al escribir y presentar la protesta; y por un oficial de á bordo supe otras muchas más.
Me dijo éste que nosotros no íbamos a Hawaii ni á Honolulú, sinó á las islas filipinas para pelear contra los tagalos por cuenta del Gobierno norteamericano por mediación de un sidicato, y que para no despertar sospechas ni recelos haciamos el viaje por el Cabo de Hornos, en vez de hacerlo por el Canal de suez. Como yo conozco todos aquellos caminos, con más razón he creido lo que el oficial me dijo.
Otro empleado del vapor, el despensero, me dijo que nosotros y todos los europeos que fueran como emigrantes, no íbamos á trabajar la tierra, sino á trabajar en unas minas de petróleo y asfalto que estaban cerca del volcán Mounarroa, y que los chinos y los japoneses que antes trabajaban en una mina de Nafta tomaron tanto miedo, porque muchos de ellos quedaban sepultados  dentro, unos por asfisia, otros por el susto que les producía el volcán en erupción, que ahora ni japoneses ni chinos quieren trabajar allí, y los que no mueren dentro de la mina mueren fuera, a garrotazos y balazos, dándose el año pasado el caso de que 75 trabajadores, entre portugueses, chinos y japoneses, que escaparan de los trabajos, fueran perseguidos por una compañía de soldados, á tiros, y no pudiendo salvarse de arrojaron á un río de lava en donde perecieron quemados los que no cayeron a balazos.
Esta es la triste suerte que nos esperaba á todos, si yo después de escuchar tamaño relato y visto ya el trato que nos daba á bordo, no procediese como procedí.
El vapor salió de Madeira el 9 de julio, y el 8 por la noche tomando cerveza con el médico y dos oficiales, en el momento de despedirnos me dijeron que no verían mas tierra hasta las Carolinas; pues llevaban agua y carbón para tres meses.
(Volvemos a suprimir algunos párrafos que no consideramos, por los ataques que contienen, oportuno publicar).
Si de esta carta quiere hacer uso el Sr. Director de El Diario de Pontevedra, puede hacerlo, pues todo lo narrado es la pura verdad, y por lo mismo, para salvar de una infame esclavitud á mis compatriotas, el señor Director de dicho periódico hará un inmenso beneficio á todos los que piensen emigrar, dándoles á conocer estos sucesos.
Como siempre, acepta el sincero cariño de tus hermanos. –Ramón y Pura.
Hasta aquí la carta, que conservamos en nuestro poder. ¿Comentario? Ninguno. ¿Para qué? ¿No hemos hablado ya lo suficiente para que se nos atendiese por quien debía hacerlo? ¿No hemos pedido reiteradamente que se exigiesen garantías á esos embaucadoras de la emigración á Hawaii, para el cumplimiento de sus ofertas?

Nos basta pues, hacer públicos los hechos que narrados quedan, convencidos de que el mejor medio de combatir esa vergonzosa emigración, es el de desengañar á nuestros infelices labradores, haciéndoles ver todo lo que se oculta tras esas mentidas ofertas de sueños dorados conque quieren atraerlos gentes sin alma y sin conciencia que comercian con carne humana.

Na revista dominical do Faro de Vigo, Estela, publicou-se em 11 de março de 2007 uma reportagem sobre os galegos em Havaí. No mesmo lemos «Sánchez Fernández calcula que la cifra de españoles que llegaron en aquellos vapores de pasaje al paradisíaco archipiélago del Pacífico fue de unos ocho mil y que muchos de ellos eran gallegos, a pesar de que, según cuenta, “parece ser que el capitán de la nave –se refiere a la “S. S. Victoria”– no sabía que Vigo era un puerto español porque, como le parecía que todos los pasajeros hablaban la misma lengua, anotó que su barco llevaba a 343 portugueses”.»

Quando leio coisas como estas sempre penso que se fossemos um país normalizado, já se teria feito um filme. Ou não?

Sem comentários: